Luz ahora: 0,09399 €/kWh

ARDON: ¡Hola, a todos!...

¡Hola, a todos!
A propósito de la pregunta que haces sobre los montones de tierra comienzo hoy un comentario sobre "El Castillo de Ardón" que desarrollaré en varias entregas.
Desde la época tardo-romana la Meseta Norte, donde se encuentra Ardón, había sufrido un desmembramiento urbano que se acentuó en tiempos hispano-visigodos y de invasión musulmana. (1)
Después de la invasión, a comienzos del siglo VIII, cuando surge al norte de la Cordillera Cantábrica el reino Astur, la cuenca del Duero -el Esla es su afluente mas importante- estaba prácticamente despoblada, pues la mayoría de sus ocupantes habían huido al Norte. Las incursiones de los reyes de Asturias, desde la época de Alfonso I (693-757 y rey desde 739), en dicha cuenca contribuyeron aún más a su despoblación, lo que la dejó prácticamente desierta.
Por otro lado la sublevación de los bereberes en 741 provocó la huida hacia el Sur de los árabes que se habían asentado en Galicia, Astorga y en general al norte del Guadarrama, lo que permitió ampliar las fronteras del reino cristiano y que la repoblación de estas tierras comenzara a producirse unos cien años más tarde con gentes del propio reino y mozárabes venidos de los reinos musulmanes. (2)
A mediados del siglo IX, un primer intento de reorganizar de nuevo la vida urbana -un grupo de cristianos apoyado por Ramiro I acude a la casi desierta ciudad de León para hacerlo- fracasó ante la presión islámica. Mas efectivas parecen resultar las tareas restauradoras y repobladoras de Ordoño I hacia 855, como precedente de la organización definitiva cristiana en la Meseta, en la que pobló varias ciudades (León, Astorga, Tuy...) y fortificó otros muchos "castros". (3)
Los nuevos ocupantes comienzan la explotación de sus campos y dan vida a los antiguos núcleos urbanos deshabitados, siendo García I (870-914, rey de León desde 910) hijo de Alfonso III "el Magno", quién trasladó la corte a León en el año 910.
Al mismo tiempo a lo largo del siglo IX fueron surgiendo diversos condados en la zona oriental de la cuenca del Duero y las primeras fortalezas en torno a una línea defensiva creada por los cristianos frente al territorio dominado por los musulmanes y que tenía el curso del río Duero como referencia natural. (4)
A lo largo de la décima centuria es la reorganización política, la progresiva consolidación del modelo feudal y colonización agrícola de la llanura el factor dominante en la creación de una red de centros fortificados, "los castros", diseminados a lo largo de las cuencas sedimentarias de los ríos afluentes del Duero, que jerarquizan el poblamiento y centralizan las funciones políticas. (5)
Toda la red de castillos y fortificaciones que los cristianos habían construido jalonando la cuenca del Duero resultó completamente destruida y desbaratada en el último cuarto del siglo X debido a las acciones de Almanzor. Éste a finales de dicho siglo X traspasó el Duero, aún considerado como frontera, y asoló las principales plazas fortificadas de León y Castilla (Zamora, León, Coyanza... ¿Ardón que queda a mitad del camino?) poniendo de manifiesto el desfase funcional de las primeras construcciones cristianas. La recuperación de los cristianos en el siglo XI permitió reconstruir todas las fortalezas de nuevo. (6)
En la documentación que se publica en "El Monasterio de Ardón" (7) se hace alusión al "castillo o castro Ardón" en varios documentos por las más diversas razones. En el mismo se describe "el Castillo" como "el único signo de antigua dignidad y constituido por un pequeño cerro contiguo a la población y dedicado al laboreo agrícola y una torre cuadrada, en parte de tapial, situada en el borde del cerro que toca al casco urbano; la cual, a pesar de su relativamente moderna y deleznable fábrica, sugiere una noble función representativa".
Nos consta que anteriormente fue toda de ladrillo (8) y ahora conserva solamente una pared de estas características por la parte exterior, la interior es de tapial muy grueso, en la que se asientan dos campanas "de regulares dimensiones y buen sonido", (9) pertenecientes a la parroquia de Santa María, y en la pared de poniente, que al igual que las otras dos es la mitad de tapial (parte baja) y la otra mitad (parte alta) de adobes, se asientan otras dos campanas de pequeñas dimensiones que pertenecieron a la antigua parroquia de San Miguel. (10)
"La forma resultante de su espaciosa planta y su moderada altura, y de la conveniente proporción de ambas dimensiones" sugieren al citado autor que "pueden ser copia exacta de alguna torre de los siglos XII o XIII que la fortaleza nos hubiera transmitido."
En el estudio que se hace sobre castillos de León, (11) dado que en 1157 Alfonso VII dividió el reino de León y Castilla entre sus dos hijos, Sancho y Fernando, lo que abrió un periodo de luchas fronterizas entre castellanos y leoneses, el territorio de la Tierra de Campos fue especialmente disputado y queda cerca de Ardón, se dice que con tal motivo se va a manifestar la aparición de una red de fortificaciones, cuyo emplazamiento se ubica generalmente en pequeñas motas o cerros y cuya capacidad de defensa se confía esencialmente a la solidez de sus muros por lo común lisos. En su construcción se utilizan sobre todo dos clases de material: el tapial de hormigón, más consistente y con abundancia de restos, y el tapial de barro, cuyos restos naturalmente son mínimos o nulos.
En el caso de Ardón con una fortificación situada en el otero de "El Castillo", sobre el escarpe de la ribera derecha del Esla, aprovechando las condiciones naturales del lugar y constituyéndose en jerarca del poblamiento y la distribución de los espacios agrarios de su territorio.
En el año 1209, con motivo del tratado de Valladolid entre Alfonso IX de León y su esposa Dña. Berenguela de Castilla, Ardón -juntamente con Villalpando y Rueda- pasa a formar parte del reino de Castilla, aunque el rey leonés se reservo la tenencia de sus alcázares.
En 1212, aprovechando que Alfonso VIII de Castilla estaba en campaña contra los almohades, Alfonso IX de León recupera Rueda.
(1) Castillos y sistemas de defensa en los reinos de León y Castilla. Pág. 33. José Avelino Gutiérrez. Universidad de Oviedo.
(2) Fortificaciones de los siglos XII y XIII en las fronteras del reino de León. Pág. 14. Alicia González Díaz. Valladolid 2012.
(3) Castillos y sistemas de defensa... (Nota 1) Págs. 33-36.
(4) Fortificaciones de los siglos... (Nota 2) Págs. 14-15.
(5) Castillos y sistemas de defensa... (Nota 1) Pág. 32.
(6) Fortificaciones de los siglos... (Nota 2) Pág. 15
(7) El monasterio de Ardón. Justiniano Rodríguez Fernández, León 1964. Apéndices 9-24-34-35-36-38-40-47-51-52-5 6-57.
(8) D. G. E. H. de Madoz. Madrid 1845. Tm. I. Pág. 500
(9) Id. Anterior
(10) Id. Anterior
(11) Fortificaciones de los siglos... (Nota 2) Pág. 13
Hasta dentro de unos días que trasladaré la segunda entrega.
Un cordial saludo para todos.
Un paisano de Sabino Ordás.

¡Hola, a todos!
Continuamos hablando del "Castillo de Ardón".
Entiendo que, además, debemos considerar "el Castillo de Ardón" como una de las fortificaciones que fueron necesarias en determinados momentos, dada su estratégica situación, tanto a nivel de baluarte defensivo, como para garantizar el desarrollo de estructuras sociales, así como su consolidación teniendo en cuenta el contexto político-social en el cual y por el cual surgen.
Aludiendo a algunas de las funciones de estas fortificaciones podemos verlas preferentemente como instrumento de la apropiación de bienes y medios de producción en primer lugar; a continuación de la conformación y consolidación hegemónica sobre una zona y, finalmente, como instrumento necesario de control ante antagonismos de orden interno o externo.
Ciñéndonos a la fortaleza de Ardón, el medio físico de su emplazamiento en sí mismo considerado constituye, una vez dado el corte de la zona de "la Barbacana", el cual rompe la continuidad mesetaria del otero por aquella zona, un montículo cuyos escarpes, muy inclinados si no verticales, se erigen en defensas naturales casi inexpugnables y desde el cual se visualiza una inmensa llanura, sobre la cual indudablemente proyectó su influencia.
Es posible que, cuando Alfonso III (848--910 y rey desde 866) de forma programada y progresiva va ocupando las tierras comprendidas entre la Cordillera Cantábrica y el Duero, el apoyo defensivo de esta ocupación se estableciera en núcleos fortificados preexistentes a fin de aprovechar su infraestructura. En tal caso es lógico pensar que se incluyera la utilización del núcleo fortificado preexistente, como poblado castreño prerromano y romano después, en Ardón; máxime si tenemos en cuenta su ubicación en un otero de suave y amesetado perfil, totalmente aislado como queda dicho al hablar del medio físico de su emplazamiento, con foso excavado y terraplenes de tierra acumulados al interior, levantados previamente y posiblemente reacondicionados y magnificados en el momento de la reutilización.
Sí encaja perfectamente y es utilizado en los sistemas de fortificaciones de Ramiro II (898-951 y rey de León desde 931) y de Ordoño III (925-956 y rey de León desde 951) pues el proceso de colonización y organización interna del territorio leonés, en el que interviene tanto la iniciativa privada (presuras, roturaciones, inmigración mozárabe, fundaciones monásticas...) como la dirección regia (organización político-militar con creación de territorios y circunscripciones administrativas...) dará lugar a mandaciones que se irán estructurando en torno a un lugar central, frecuentemente fortificado, desde donde ejerce sus funciones el "comes" jerarquizando el poblamiento, caso de Castro Ardón que por su ubicación en lugar dominante, junto a una vía de comunicación natural excelente -el valle del Esla- y con buena visibilidad, y su relativa defensa natural proporcionada por los escarpes, foso y muros terreros de origen protohistórico, reúne todas las condiciones ventajosas para ser tenido en cuenta, como en realidad así fue. (12)
Posteriormente, con la unificación de León y Castilla por Fernando I (1017-1065 y rey de Castilla desde 1035 y de León desde 1037) en 1037 y la disolución del Califato de Córdoba, ocurrida también por este tiempo, propicia que los reyes cristianos se lancen con más efectividad a la conquista de plazas musulmanas y a la reconstrucción de las fortificaciones cristianas, utilizando incluso técnicas constructivas musulmanas y mudéjares, (13) pero esta fase no le tocó a Ardón, sino que éste queda dentro del bloque de fortificaciones castreñas de escaso valor defensivo ante los avances y progresos técnicos, así como de defensa, y dada ya su lejanía del límite fronterizo de las acciones militares de reconquista.
(12) Castillos y sistemas de defensa... (Nota 2) Pág. 36.
(13) Castillos y sistemas de defensa... (Nota 2) Pág. 37.
Hasta dentro de unos días que colgaré la última entrega sobre el tema.
Un cordial saludo.
Un paisano de Sabino Ordás.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Hola, a todos!
Más sobre "el Castillo de Ardón".
En el siglo XII la documentación hace referencia a muchos castros, pero como simples villas o aldeas sin destacar funciones de ningún tipo, pues éstas pasan a centros más importantes, si bien aquéllas son incentivadas con concesiones de fueros, exenciones fiscales, términos, alfoces..., como ocurre preferentemente en la zona oriental del reino leonés, donde se ubica Ardón, y la occidental del reino castellano.
Debido a los problemas que, a la ... (ver texto completo)