Cuando Gaudí recibió el encargo de construir el
palacio episcopal estaba ocupado en diversos proyectos como el palacio Güell, los pabellones Güell, el
colegio de las Teresianas y la Sagrada
Familia, por lo que no podía desplazarse a
Astorga para estudiar el terreno y el entorno del nuevo
edificio. Para no retrasar el proyecto le pidió al obispo que le enviase
fotografías, dibujos y demás
información del lugar, que le permitiesen comenzar a proyectar el palacio de manera que armonizase con las edificaciones de su entorno.