Una vez hubo estudiado todo el material recibido, Gaudí preparó los planos del proyecto y los envió a
Astorga. Grau se sintió satisfecho e inició los trámites para obtener los permisos administrativos ya que al ser un
edificio público debía tener el visto bueno de la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando. Después de haber introducido algunas modificaciones, el proyecto fue aprobado en el mes de febrero de 1889. Esa
primavera, una vez concluido su trabajo en el
palacio Güell, Gaudí hizo una visita a Astorga y, después de visitar el terreno, hizo algunos pequeños cambios a los planos. Gaudí visitó las obras dos veces en 1890, tres en 1892 y cuatro en 1893.