Según Luis Alonso Luengo (Gaudí en
Astorga, 1954), Gaudí fue nombrado arquitecto diocesano, cargo que le llevó a ejecutar pequeños proyectos en diversas
iglesias rurales de la diócesis, especialmente en lo relativo a la liturgia. El 24 de junio de 1889, onomástica del obispo, se puso la primera
piedra. La obra fue presupuestada en 168 520 pesetas. Las obras se adjudicaron por subasta pública al contratista astorgano Policarpo Arias Rodríguez. Sin embargo, Gaudí decidió emplear en la obra obreros y albañiles catalanes que ya habían trabajado para él a fin de que durante sus ausencias la obra continuase de forma precisa según sus ideas.