La planta noble contiene un vestíbulo que da acceso a todas las demás dependencias, con una
bóveda de crucería sostenida por cuatro
columnas de granito y con una profusa decoración
cerámica. A la izquierda se halla el
Salón del Trono, con un acceso formado por tres
puertas con
arcos escarzanos, con decoración de cerámica y granito de caprichosas formas (
cruces, lechuzas), así como múltiples
vidrieras; la silla del trono está enmarcada por un baldaquino diseñado por el propio Gaudí, elaborado en granito, que forma un cuerpo con la pared exterior de la
fachada, con decoración de palmetas y cruces; destaca también la
chimenea, situada en un
pórtico bajo un
arco escarzano, con una celosía de ocho
ventanas apuntadas.