Además de otras dos habitaciones, cierra el conjunto de la planta noble la
capilla, que es una estancia sin
columnas con acceso en forma de dos
arcos apuntados; en la paredes hay frescos de Fernando de Villodas, con diversos temas bíblicos (Presentación de Jesús en el templo, Adán y Eva, David, Salomón, Jesús entre los doctores, Abraham e Isaac, El nacimiento de Jesús y diversas inscripciones latinas); el
altar es de mármol blanco con una imagen de la
Virgen de la Azucena; las capillitas situadas en el
ábside albergan cuatro
estatuas de
santos españoles (
san Isidoro,
santo Toribio, san Genadio y san Ildefonso), obra de Enrique Marín Higuero.