En los años centrales del siglo iii debió de establecerse como sede episcopal, con Basílides como su primer obispo. Fue parte del reino de los suevos tras las invasiones bárbaras y en 714 fue tomada por las tropas musulmanas de Táriq, aunque sería reconquistada por la monarquía asturiana a mediados del mismo siglo. A finales del siglo x volvió a sufrir, en tres ocasiones, el acoso musulmán de la mano de Almanzor. Abu Amir Muhammad ben Abi Amir al-Maafirí, llamado al-Manūr (المنصور), «el Victorioso», más conocido como Almanzor, fue un
militar y político andalusí. Como canciller del Califato de
Córdoba y hayib o chambelán del débil califa Hisham II, Almanzor fue el gobernante de facto de la Iberia Islámica.