Poco se sabe también del siguiente paso o periodo bajo el mandato del obispo Pelayo (1097-1120), aunque se sospecha que hubo movimiento de construcción a juzgar por los documentos de donaciones. Pero hasta el momento no se tiene noticia directa sobre este templo
románico, ni se sabe si se llegó a finalizar; no se conserva ningún vestigio arquitectónico o
artístico que pueda relacionarse con estos años.