El banco tiene tres escenas de la vida del
santo titular en que aparece su hermana Paula. En el único cuerpo se abre un gran espacio donde se ve la
escultura de
San Jerónimo en una escena teatral que representa una
cueva en Belén, lugar donde se retiró el santo a meditar y orar. En dicha escena se ve al
león (atributo que no falta casi nunca), un reptil,
rocas y vegetación, un crucifijo y varios libros, uno de ellos abierto con un texto del propio santo. Todo este escenario está enmarcado por parejas de
columnas estriadas y con
capiteles corintios. En el ático hay otra pintura de Bartolomé Vicente con el tema de los azotes recibidos por el santo por parte de los ángeles que le castigan por sus pensamientos y recuerdos mundanos. Se corona con un
frontón curvo.