Retablo de
San Juan Bautista. Este retablo fue patrocinado en 1655 por el chantre Juan Ramos para perpetuar su memoria, dedicándolo a San Juan Bautista,
santo de su nombre. Encargó la obra al ensamblador Antonio López y la pintura a José Antonio Delgado y Miguel de Salces; fue terminada en 1660. La
escultura del santo está atribuida al
escultor gallego Mateo de Prado; el interior del
paisaje se debe a otro escultor gallego (muy vinculado con el anterior), Pedro del
Valle a quien se pidió la obra en 1663, conservándose la documentación pertinente.