En 1547 el Cabildo catedralicio (siendo obispo Diego de
Álava y Esquivel) contrató a los restantes entalladores que completaron el conjunto con nuevas sillas y accesorios, consiguiendo una verdadera unidad estilística y unidad temática para todo el conjunto. Los respaldos de los sitiales altos y bajos fueron tallados siguiendo un amplio programa iconográfico sobre el Antiguo y Nuevo Testamento: apóstoles y
santos para el segundo nivel y profetas y personajes veterotestamentarios para el primero.