Con mucha emoción vi junto a mis hijos las fotos de la ciudad de mi padre, Francisco López García, nacido allí en 1911 y radicado en la Argentina después de la guerra.
Conozco esa ciudad desde el afecto y los relatos que escuchara cuando niña. Ver al león y al águila fue revivir su voz contando la experiencia napoléonica en vuestra, corrijo, nuestra (la llevo en el corazón) ciudad dos veces milenaria.
Conozco esa ciudad desde el afecto y los relatos que escuchara cuando niña. Ver al león y al águila fue revivir su voz contando la experiencia napoléonica en vuestra, corrijo, nuestra (la llevo en el corazón) ciudad dos veces milenaria.