Dado que el
pueblo es pequeño y todos nos conocemos, he de deciros que la
casa reune como un pequeño
museo los ancestros que han ido dejando huella. El amor, la dedicación, el trabajo así como la delicadeza de la
familia en mantener su estado, alegrando ese
patio castellano,
colorido y repleto de
naturaleza viva...
Desde Bilbao saludos.