Según D. Juan José Sánchez Badiola
Doctor en Historia. Medievalista y leonés.
Experto en disciplina heráldica.
Dice en una parte del artículo sobre la “Historia de la casa de los Tusinos”
Retomando la rama principal de la casa de Tusinos, Santiago Álvarez de Miranda casó con María de la Luz Mogrovejo, de la casa de su apellido, en Liébana, siendo padres de Manuela Álvarez de Miranda, mujer del teniente coronel Toribio de Cuenllas Alonso, hijo de Manuel Andrés de Cuenllas Castañón y de Serafina Alonso, y natural del barrio de Cacavillo, en La Cueta, teniendo a Bernarda y a su hermana Jacoba. “Huérfanas ambas, pasan a la casa de Benllera junto con el primo José, acogidos por su tío y entonces titular, el sacerdote Antonio Álvarez de Miranda que fallece en 1864 en el palacio de Ben-llera, dejando en testamento como herederos a sus sobrinas y a José. Bernarda casó en 1865 con su pariente Álvaro Álvarez de Miranda y Cosío, siendo padres de Manuela Álvarez de Miranda y Cuenllas (1867-1951), última Señorita de Benllera, que murió soltera, pasando a su muerte parte del patrimonio y legado histórico a la descendencia de su tía Jacoba y del primo José que con previedad habían heredado su parte. y la otra parte de bienes a los nombrados en su testamento sus ahijadas como usufructuarias y a la muerte de estas la mayoría de tierras y la casona a los padres capuchinos a condición de hacer un colegio para estudiantes y donde hubiera un museo dedicado a su antiguo linaje, Aunque desgraciadamente el deseo no se cumplió, legando como último de sus bienes el palacio de León situado en la calle Guzmán el Bueno numero 8 a sus primos de Mogrovejo. Con sus últimas voluntades se abre una brecha familiar que duraría muchos años. El primo José casaría con Benita Alonso de Cuenllas, estableciéndose en Cuevas de Viñayo, donde dos de sus tres hijos enlazarían nuevamente con la rama Cuenllas Álvarez de Miranda mientras que el otro hijo; lo haría con los Fueyos de Viñayo, oriundos de Oriella (Asturias), y cuyos hijos volverían a casar con descendientes de las mismas ramas afines al linaje.
Doctor en Historia. Medievalista y leonés.
Experto en disciplina heráldica.
Dice en una parte del artículo sobre la “Historia de la casa de los Tusinos”
Retomando la rama principal de la casa de Tusinos, Santiago Álvarez de Miranda casó con María de la Luz Mogrovejo, de la casa de su apellido, en Liébana, siendo padres de Manuela Álvarez de Miranda, mujer del teniente coronel Toribio de Cuenllas Alonso, hijo de Manuel Andrés de Cuenllas Castañón y de Serafina Alonso, y natural del barrio de Cacavillo, en La Cueta, teniendo a Bernarda y a su hermana Jacoba. “Huérfanas ambas, pasan a la casa de Benllera junto con el primo José, acogidos por su tío y entonces titular, el sacerdote Antonio Álvarez de Miranda que fallece en 1864 en el palacio de Ben-llera, dejando en testamento como herederos a sus sobrinas y a José. Bernarda casó en 1865 con su pariente Álvaro Álvarez de Miranda y Cosío, siendo padres de Manuela Álvarez de Miranda y Cuenllas (1867-1951), última Señorita de Benllera, que murió soltera, pasando a su muerte parte del patrimonio y legado histórico a la descendencia de su tía Jacoba y del primo José que con previedad habían heredado su parte. y la otra parte de bienes a los nombrados en su testamento sus ahijadas como usufructuarias y a la muerte de estas la mayoría de tierras y la casona a los padres capuchinos a condición de hacer un colegio para estudiantes y donde hubiera un museo dedicado a su antiguo linaje, Aunque desgraciadamente el deseo no se cumplió, legando como último de sus bienes el palacio de León situado en la calle Guzmán el Bueno numero 8 a sus primos de Mogrovejo. Con sus últimas voluntades se abre una brecha familiar que duraría muchos años. El primo José casaría con Benita Alonso de Cuenllas, estableciéndose en Cuevas de Viñayo, donde dos de sus tres hijos enlazarían nuevamente con la rama Cuenllas Álvarez de Miranda mientras que el otro hijo; lo haría con los Fueyos de Viñayo, oriundos de Oriella (Asturias), y cuyos hijos volverían a casar con descendientes de las mismas ramas afines al linaje.