Ofertas de luz y gas

BOÑAR: Desde que se perdió el horizonte que marcaba la personalidad,...

Desde que se perdió el horizonte que marcaba la personalidad, no tuvimos meta adonde llegar, ni tampoco sustancia singular que ofrecer, ni defender, y después el bagaje fue vaciándose, y, luego, simplemente, nos dejamos llevar, como la hoja muerta del árbol que es obligada a bailar de aquí para allá sones impensados mientras, aferrada, se nutría de la vida del árbol vigoroso. Así quedaban las tierras del reino, rotas, débiles y vulnerables. Y así las instituciones y sus representantes, meros comparsas y cómplices de una degradación identitaria galopante, ronroneando complacidamente las chirriantes músicas que venían desde más allá. Y las gentes, adaptándose con más o menos credulidad, como siempre, al nuevo orden de eso que hemos llamado la relevante impersonalidad.
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