El pueblo ástur era esencial y profundamente democrático. Decidía los asuntos comunes en asamblea (concejos). Realizaba los trabajos de interés general entre todos (facenderas). Fue este pueblo el primero de Europa que consiguió de un rey una carta de garantías y libertades y tener representación en las Cortes, era el 1188 y se puede considerar un precedente de las modernas constituciones. De ahí que el Reino de León se articulase respetando la diversidad, las peculiaridades y la autonomía de aquellos reinos que le eran vasallos.