Heredero del reino cristiano nacido en Asturias, el Reino de León es la cuna donde nacerá el de Castilla, verdadero núcleo integrador de la unidad territorial. A la muerte del rey asturiano Alfonso III y coincidiendo con la división de su reino, surgió entre los musulmanes de Córdoba una figura política de poderosa personalidad, Abderrahmán III (912-961) que restablecerá el orden en al-Andalus, declarará el Califato y a los cristianos les colocará en situaciones precarias. En León le sucedió su hijo García y y entre los hechos más destacados de su reinado sobresale la política de repoblación del valle del Duero y el intento de conquista de La Rioja.