RINCON POETICO
DESPUES DE TREINTA AÑOS
Si señores, como suena
y ustedes lo están oyendo,
esto que voy a escribir
pasó sin quitar ni un pelo
el diez y nueve de agosto;
atención que, esto va en serio:
El día ya mencionado,
tres hombres de pelo en pecho
y también en la cabeza
-por lo menos uno de ellos-
armados con escopetas,
con calladas y un cesto,
salían "Pedreras" arriba
cuando salía el tío "lorenzo",
(no aquel de la Pastorada)
de zamarra, olla y pellejos,
el de zurrón y cuchara
que hacía migüelas con "jebo".)
¿Dónde estará el tío aquél
si sigue el tío corriendo?..
Pero, sigamos la pista
a los tres hombres del cuentos.
Diré enseguida sus nombres,
oídlos, estad atentos:
Majo, Esteban y Manuel,
tio, sobrino y abuelo
o "segundo padre" Estaban,
de Manuel en otro tiempo.
¿Adónde van los "gachós"
tan temprano y un cesto?
A pasar un día de campo
y recordar días... buenos,
que pasaron como sombras,
como naves, como el viento...
mas, dejemos lo pasado
que ya no tiene remedio.
Es el caso que, al llegar
al arroyo Valdetuero,
Majo y Esteban cortaron
de unas tierras por el medio
con intención de matar
un "pájaro"... por lo menos;
mientras que por la rodera
y por el camino nuevo
a esperar a Valcavao
iba el otro compañero.
Desde allí, para los Noiros
en mano baja primero
hasta tocar la Devesa
y enfilando luego el Fruejo
donde esperaba Manuel
a la sombra de un rivero.
El sol era de justicia,
y al cruzar por el Cepedo
sudamos la gota gorda
bajo un sol como de fuego,
y sin tirar ni un cartucho
ni siquiera ver un cuervo
arribamos a la Hoja
lugar de niños recuerdos....
Después de un breve reposo,
el banquete dió comienzo:
Jamón, lomo, buen chorizo,
tortilla, manteca y queso
y grandes tazas de leche
que Marcela en un momento
ordenó; ¡qué bueno estaba!...
mejor que flan y frisuelos.
Recogido lo sobrante,
salimos por los senderos
con dirección a Forcadas
a rendir culto a Morfeo.
Majo y Esteban muy pronto
se tumbaron y durmieron
una hora como troncos
el fraile estuvo despierto,
y puso a enfriar una bote
de leche "caprina" lleno;
de leche que no bebió nadie
porque Majo fué indiscreto...
y, dicen que... fué venganza
Qué cuente, que cuente el hecho.
Son las cuatro de la tarde;
despabilados del sueño
con unos vasos de agua
emprendimos el regreso.
Dejamos atrás Forcadas,
a derecha Lombamedio,
y seguimos avanzando...
Tranpasagus... Molinero,
Peña gatos; aquí un grajo
camino de Vegavuelos.
Majo bordea Lombaparda,
por Peñarmil el chileno,
y el fraile con la morrala
subía por el reguero
mirando a Vallinaoscura
donde en los matos bajeros,
andaban dos o tres grajos
al escondite entre ellos;
pero Esteban se prepara
y les interrumpe el juego...
y cae el segundo grajo
desplomado como un cuelmo.
Arroyo arriba seguimos
a coger los Analiegos,
Peñucos, Valdecolomba
y penetramos al pueblo
por junto a la ermita el Cristo
cuando se escondía "lorenzo"
Pistola
DESPUES DE TREINTA AÑOS
Si señores, como suena
y ustedes lo están oyendo,
esto que voy a escribir
pasó sin quitar ni un pelo
el diez y nueve de agosto;
atención que, esto va en serio:
El día ya mencionado,
tres hombres de pelo en pecho
y también en la cabeza
-por lo menos uno de ellos-
armados con escopetas,
con calladas y un cesto,
salían "Pedreras" arriba
cuando salía el tío "lorenzo",
(no aquel de la Pastorada)
de zamarra, olla y pellejos,
el de zurrón y cuchara
que hacía migüelas con "jebo".)
¿Dónde estará el tío aquél
si sigue el tío corriendo?..
Pero, sigamos la pista
a los tres hombres del cuentos.
Diré enseguida sus nombres,
oídlos, estad atentos:
Majo, Esteban y Manuel,
tio, sobrino y abuelo
o "segundo padre" Estaban,
de Manuel en otro tiempo.
¿Adónde van los "gachós"
tan temprano y un cesto?
A pasar un día de campo
y recordar días... buenos,
que pasaron como sombras,
como naves, como el viento...
mas, dejemos lo pasado
que ya no tiene remedio.
Es el caso que, al llegar
al arroyo Valdetuero,
Majo y Esteban cortaron
de unas tierras por el medio
con intención de matar
un "pájaro"... por lo menos;
mientras que por la rodera
y por el camino nuevo
a esperar a Valcavao
iba el otro compañero.
Desde allí, para los Noiros
en mano baja primero
hasta tocar la Devesa
y enfilando luego el Fruejo
donde esperaba Manuel
a la sombra de un rivero.
El sol era de justicia,
y al cruzar por el Cepedo
sudamos la gota gorda
bajo un sol como de fuego,
y sin tirar ni un cartucho
ni siquiera ver un cuervo
arribamos a la Hoja
lugar de niños recuerdos....
Después de un breve reposo,
el banquete dió comienzo:
Jamón, lomo, buen chorizo,
tortilla, manteca y queso
y grandes tazas de leche
que Marcela en un momento
ordenó; ¡qué bueno estaba!...
mejor que flan y frisuelos.
Recogido lo sobrante,
salimos por los senderos
con dirección a Forcadas
a rendir culto a Morfeo.
Majo y Esteban muy pronto
se tumbaron y durmieron
una hora como troncos
el fraile estuvo despierto,
y puso a enfriar una bote
de leche "caprina" lleno;
de leche que no bebió nadie
porque Majo fué indiscreto...
y, dicen que... fué venganza
Qué cuente, que cuente el hecho.
Son las cuatro de la tarde;
despabilados del sueño
con unos vasos de agua
emprendimos el regreso.
Dejamos atrás Forcadas,
a derecha Lombamedio,
y seguimos avanzando...
Tranpasagus... Molinero,
Peña gatos; aquí un grajo
camino de Vegavuelos.
Majo bordea Lombaparda,
por Peñarmil el chileno,
y el fraile con la morrala
subía por el reguero
mirando a Vallinaoscura
donde en los matos bajeros,
andaban dos o tres grajos
al escondite entre ellos;
pero Esteban se prepara
y les interrumpe el juego...
y cae el segundo grajo
desplomado como un cuelmo.
Arroyo arriba seguimos
a coger los Analiegos,
Peñucos, Valdecolomba
y penetramos al pueblo
por junto a la ermita el Cristo
cuando se escondía "lorenzo"
Pistola