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RINCON POETICO
Donde menos se piensa...
Aunque estoy harto de oír
que: "donde menos se piensa"...
salta la liebre,.. hasta ayer
(créame usté o no me crea)
nunca tuve la ocasión
de saberlo por mi cuenta.
Contaréle lo ocurrido,
atención; ¡ojo y oreja:!
Desde el día de San Roque
trabajé como una bestia
para tener preparado
todo el chalet de Malmierca.
Todo marchaba muy bien;
la cosa salía estupenda;
los cuadros empaquetados
con papel azul-madera,
el tabaco y las boquillas,
el mechero y la linterna,
los melones y sandías
todo, todo en la maleta.
Me veía en Villayuste,
en Lago y hasta en Bonella;
ya solo faltaba un día...
media tarde solo queda;
cuando de repente, Majo,
una nube se presenta...
Recios nubarrones pardos
como el macho de Teverga
asoman en lontananza
y avanzan por la Filera;
se ciernen sobre León,
abren sus bocas... ¡Centellas!,
rayos!... el demonio suelto...!
Adiós la idea a la aldea,
la tenía tan preparada
¡tan segura y bien dispuesta!
que parecía imposible
el fracaso aunque quisiera
yo mismo volver a trás;
mas,..."donde menos se piensa"...
asalta la liebre, tío Majo
y con el ruido te deja
pensando en este refrán:
que puse en línea primera.
Cuánta verdad tío mío!
cuanta verdad esto encierra!
Ahora lo sé de verdad,
lo sé por propia experiencia.
Hay que llevar siempre al brazo
y cargar la escopeta
si no, al menor descuido
salta y se escapa la pieza.
Esto es lo que pasó
hace tres horas apenas...
Saltó un lebratón peludo
y me meó en la pechera.
Pistola
Donde menos se piensa...
Aunque estoy harto de oír
que: "donde menos se piensa"...
salta la liebre,.. hasta ayer
(créame usté o no me crea)
nunca tuve la ocasión
de saberlo por mi cuenta.
Contaréle lo ocurrido,
atención; ¡ojo y oreja:!
Desde el día de San Roque
trabajé como una bestia
para tener preparado
todo el chalet de Malmierca.
Todo marchaba muy bien;
la cosa salía estupenda;
los cuadros empaquetados
con papel azul-madera,
el tabaco y las boquillas,
el mechero y la linterna,
los melones y sandías
todo, todo en la maleta.
Me veía en Villayuste,
en Lago y hasta en Bonella;
ya solo faltaba un día...
media tarde solo queda;
cuando de repente, Majo,
una nube se presenta...
Recios nubarrones pardos
como el macho de Teverga
asoman en lontananza
y avanzan por la Filera;
se ciernen sobre León,
abren sus bocas... ¡Centellas!,
rayos!... el demonio suelto...!
Adiós la idea a la aldea,
la tenía tan preparada
¡tan segura y bien dispuesta!
que parecía imposible
el fracaso aunque quisiera
yo mismo volver a trás;
mas,..."donde menos se piensa"...
asalta la liebre, tío Majo
y con el ruido te deja
pensando en este refrán:
que puse en línea primera.
Cuánta verdad tío mío!
cuanta verdad esto encierra!
Ahora lo sé de verdad,
lo sé por propia experiencia.
Hay que llevar siempre al brazo
y cargar la escopeta
si no, al menor descuido
salta y se escapa la pieza.
Esto es lo que pasó
hace tres horas apenas...
Saltó un lebratón peludo
y me meó en la pechera.
Pistola