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RINCON POETICO
MADITA SEA LA ESCALERA
QUE ME CAUSO ESTA COJERA
Si, señoras y señores
mis queridos bonellanos,
aunque no tengo dolores
en las manos,
estoy de pies a cabeza
machucado,
amoratado,
cual si fuera una cereza
que un tordo hubiera picado.
El otro día trepé
por una escalera arriba
para arreglar algo que
estropeándose iba.
Cuando estaba en la cimera
de la madita escalera...
Derrepente
emprendí veloz carrera
y no paré francamente
hasta la misma bajera,
y allí me quedé inconsciente
y con aquesta cojera.
Y menos mal que al caer
aunque me llevé un porrazo,
no he llegado a me romper
las sartas del espinazo
que tal pudo suceder.
Tuve suerte en la caída
y por ello estoy con vida.
Sólo las "dedas" pequeñas
quedaron descoyuntadas,
pero ya están arregladas
y sin dolor por más señas.
Un tobillo, fue el derecho,
también tuvo su acción
y aunque un poco contrahecho
ya está de nuevo en función.
Seguiré para acabar
de detallar la cojera
diciendo que una cadera
me da "graida" al andar.
Ah, Caramba! Casi olvido
de aclarar que dos costillas
de su lugar se han salido
y aunque no mucho han dolido
me hicieron buenas cosquillas...
Todo se encuentra ya fuera
de peligro y Dios mediante,
jamás de hoy en adelante
me subiré a una escalera.
Vosotros al ver el modo
de contar esta tragedia
diréis que es una comedia,
os equivocáis del todo.
Pues todo lo que he contado
es a mi modo de ver
verdad, mas pudiera se
estar un poco abultado.
Nadie esté preocupado
después de este reportaje;
duro al "fanín" y al potaje;
rezad porque mi esqueleto
se reponga por completo
del forzado aterrizaje.
Pistola
MADITA SEA LA ESCALERA
QUE ME CAUSO ESTA COJERA
Si, señoras y señores
mis queridos bonellanos,
aunque no tengo dolores
en las manos,
estoy de pies a cabeza
machucado,
amoratado,
cual si fuera una cereza
que un tordo hubiera picado.
El otro día trepé
por una escalera arriba
para arreglar algo que
estropeándose iba.
Cuando estaba en la cimera
de la madita escalera...
Derrepente
emprendí veloz carrera
y no paré francamente
hasta la misma bajera,
y allí me quedé inconsciente
y con aquesta cojera.
Y menos mal que al caer
aunque me llevé un porrazo,
no he llegado a me romper
las sartas del espinazo
que tal pudo suceder.
Tuve suerte en la caída
y por ello estoy con vida.
Sólo las "dedas" pequeñas
quedaron descoyuntadas,
pero ya están arregladas
y sin dolor por más señas.
Un tobillo, fue el derecho,
también tuvo su acción
y aunque un poco contrahecho
ya está de nuevo en función.
Seguiré para acabar
de detallar la cojera
diciendo que una cadera
me da "graida" al andar.
Ah, Caramba! Casi olvido
de aclarar que dos costillas
de su lugar se han salido
y aunque no mucho han dolido
me hicieron buenas cosquillas...
Todo se encuentra ya fuera
de peligro y Dios mediante,
jamás de hoy en adelante
me subiré a una escalera.
Vosotros al ver el modo
de contar esta tragedia
diréis que es una comedia,
os equivocáis del todo.
Pues todo lo que he contado
es a mi modo de ver
verdad, mas pudiera se
estar un poco abultado.
Nadie esté preocupado
después de este reportaje;
duro al "fanín" y al potaje;
rezad porque mi esqueleto
se reponga por completo
del forzado aterrizaje.
Pistola