RINCON POETICO
SEMBLANZA DEL NACIMIENTO DEL NIIÑO-DIOS
(Escrita para celebrar la "Noche-Buena" en alta mar y dedicada al Capitán del "Monte Amboto", Sr. Dn. Félix Gastearena.)
Veinticuatro de diciembre,
media noche, luz opaca
ilumina los contornos
de Belén la milenaria.
Es tanta la concurrencia
a la imperiosa llamada
del romano emperador
que no se encuentran posadas
para albergar a tanta gente
de Galilea y Samaria
y de todos los contornos
de Salén y Magdala.
Entre tanto peregrino
como a Belén se acercaba,
iban San Jóse y la Virgen
alegres como una pascuas.
Buscaban un refugio humilde,
a imnúmeras puertas llaman,
la respuesta es: Dios ampare
no hay labergue en esta casa.
Sin embargo, llegan otros
peregrinos de más casta
y entonces se abren las puertas
de par en par... ¡Virgen Santa!
¿Dónde irás si es media noche
y el relente se hace escarcha?
Siguen recorriendo calles,
de nuevo amparo reclaman,
y oyen la misma respuesta:
"no hay albergue, vayan, vayan."
Nace tal noche cual esta,
el redentor de las almas.
¿Pobrecito Niño-Dios,
qué mísera fué tu entrada,
a este mundo que salve
con tu sangre y con tus lágrimas!
Unos sencilos pastores,
que aquellas horas velaban,...
fueron los primeros hombres
que le dieron alabanzas,
y le ofrecieron sus dones
de pan, moreno y patatas,
leche miel y corderillos
rosquillas, nueces, manzanas...
y con divina sonrisa
todo Jesús lo aceptaba
como acepta en esta noche
el omenaje sin tase
del Capitán y sus hombres
que nos conducen a España,
y los tiernos villancicos
y las fervientes plegarias
de todos los pasajeros
que ríen, rezan y cantan
en aquesta "Noche-Buena"
en medio del mar pasada.
Vengan todos los marinos
de la recia estirpe vasca,
y ante el Niño de Belén,
recen por sus novias castas,
por sus hermanos y padres,
que la oración del marino
sube al cielo saturada
de ternura y de piedad
y es por Dios siempre escuchada.
Poetas, pintores, vengan
a ver el Niño que encanta,
vibren las cuerdas más dulces
de vuestras liras y arpas
y los pinceles de raso
del artista, sombras hagan
y quede en lienzas y odas
las escena inmortalizada.
¡Bendice y guía, oh Jesús!
el Amboto a tierra hispaña,
es la que piden hoy
de rodillas a tus plantas,
oficiales y marinos....
óyelos pues tienen ansias
de abrazar en sus hogares
a los seres que idolatran.
Acoge la humilde trova
del poeta que te canta:
"Por tu amor Divino Niño
y por el nuestro hacia España,
concédenos arribar
a las ibéricas playas".
Palacio de cristal 24 de Diciembre de 1945.
(En el mar)
Autor "Pistola"
SEMBLANZA DEL NACIMIENTO DEL NIIÑO-DIOS
(Escrita para celebrar la "Noche-Buena" en alta mar y dedicada al Capitán del "Monte Amboto", Sr. Dn. Félix Gastearena.)
Veinticuatro de diciembre,
media noche, luz opaca
ilumina los contornos
de Belén la milenaria.
Es tanta la concurrencia
a la imperiosa llamada
del romano emperador
que no se encuentran posadas
para albergar a tanta gente
de Galilea y Samaria
y de todos los contornos
de Salén y Magdala.
Entre tanto peregrino
como a Belén se acercaba,
iban San Jóse y la Virgen
alegres como una pascuas.
Buscaban un refugio humilde,
a imnúmeras puertas llaman,
la respuesta es: Dios ampare
no hay labergue en esta casa.
Sin embargo, llegan otros
peregrinos de más casta
y entonces se abren las puertas
de par en par... ¡Virgen Santa!
¿Dónde irás si es media noche
y el relente se hace escarcha?
Siguen recorriendo calles,
de nuevo amparo reclaman,
y oyen la misma respuesta:
"no hay albergue, vayan, vayan."
Nace tal noche cual esta,
el redentor de las almas.
¿Pobrecito Niño-Dios,
qué mísera fué tu entrada,
a este mundo que salve
con tu sangre y con tus lágrimas!
Unos sencilos pastores,
que aquellas horas velaban,...
fueron los primeros hombres
que le dieron alabanzas,
y le ofrecieron sus dones
de pan, moreno y patatas,
leche miel y corderillos
rosquillas, nueces, manzanas...
y con divina sonrisa
todo Jesús lo aceptaba
como acepta en esta noche
el omenaje sin tase
del Capitán y sus hombres
que nos conducen a España,
y los tiernos villancicos
y las fervientes plegarias
de todos los pasajeros
que ríen, rezan y cantan
en aquesta "Noche-Buena"
en medio del mar pasada.
Vengan todos los marinos
de la recia estirpe vasca,
y ante el Niño de Belén,
recen por sus novias castas,
por sus hermanos y padres,
que la oración del marino
sube al cielo saturada
de ternura y de piedad
y es por Dios siempre escuchada.
Poetas, pintores, vengan
a ver el Niño que encanta,
vibren las cuerdas más dulces
de vuestras liras y arpas
y los pinceles de raso
del artista, sombras hagan
y quede en lienzas y odas
las escena inmortalizada.
¡Bendice y guía, oh Jesús!
el Amboto a tierra hispaña,
es la que piden hoy
de rodillas a tus plantas,
oficiales y marinos....
óyelos pues tienen ansias
de abrazar en sus hogares
a los seres que idolatran.
Acoge la humilde trova
del poeta que te canta:
"Por tu amor Divino Niño
y por el nuestro hacia España,
concédenos arribar
a las ibéricas playas".
Palacio de cristal 24 de Diciembre de 1945.
(En el mar)
Autor "Pistola"