Ya que estáis recordando el pasado, os voy a poner un fragmento de un libro, que ya puse en su día en el foro de La Urz. ¡A ver quién se siente identificado! El libro se llama "El habla tradicional en la Omaña Baja" Es de Margarita Alvarez, descendiente de Paldín.
SIEGA DEL PAN
Por "santamarina", comenzaba la "siega del pan", que solía terminarse por "el Señor Santiago". Generalmente se hacía con la participación de todos los miembros de la familia. Cuando eso no era posible, se contrataban a los "bercianos". Se preparaban las hoces (nosotros decimos hocines) y con ellas al cinto se dirigian a las tierras. Una vez llegados a la tierra, los segadores se protegían los dedos con "dediles" y se iban segando por "estajas" (nosotros decimos "estayas") que solían correspodner a tres "sucos". Luego se "engavillaba". Cuatro "manadas" formaban una gavilla; cuatro "gavillas" "un manojo". Con las "garañuelas" se ataban las gavillas. Una vez atadas se colocaban " en carrilleras" o forma de "morenas" para ser acarreadas luego a la era y hacer "las fejinas". Y ya en la era, se majaba con "los piertios" (se agarraban por "la manueca"), posteriormente con la máquina "degranadora", o se trillaba "la parva". Cuando se había limpiado "el muelo", se echaba en "las quilmas" y se llevaba a "la panera". También se recogía "el bálago" atado con "cevillas", el "cuelmo" para hacer los techos de paja (también para chamuscar el gocho, hacer las cevillas para atar los fiacos etc) y la paja menuda.
A la tardecina, los rapacces, rapacines y rapazacos aprovechaban para jugar a "la maya" por las huertas y entre las fejinas de las eras. A esa hora se oía el "jingrio" infantil, ya que durante el día los niños también participaban en las labores agrícolas, especialmente "ir con las vacas", (¡Y lo bien que nos lo pasabamos!) y tenían poco tiempo para jugar.
Como véis un calco a nuestras costumbres de niñez y una casi coincidencia de vocablos usados para el lenguaje.
Un abrazo para todos
SIEGA DEL PAN
Por "santamarina", comenzaba la "siega del pan", que solía terminarse por "el Señor Santiago". Generalmente se hacía con la participación de todos los miembros de la familia. Cuando eso no era posible, se contrataban a los "bercianos". Se preparaban las hoces (nosotros decimos hocines) y con ellas al cinto se dirigian a las tierras. Una vez llegados a la tierra, los segadores se protegían los dedos con "dediles" y se iban segando por "estajas" (nosotros decimos "estayas") que solían correspodner a tres "sucos". Luego se "engavillaba". Cuatro "manadas" formaban una gavilla; cuatro "gavillas" "un manojo". Con las "garañuelas" se ataban las gavillas. Una vez atadas se colocaban " en carrilleras" o forma de "morenas" para ser acarreadas luego a la era y hacer "las fejinas". Y ya en la era, se majaba con "los piertios" (se agarraban por "la manueca"), posteriormente con la máquina "degranadora", o se trillaba "la parva". Cuando se había limpiado "el muelo", se echaba en "las quilmas" y se llevaba a "la panera". También se recogía "el bálago" atado con "cevillas", el "cuelmo" para hacer los techos de paja (también para chamuscar el gocho, hacer las cevillas para atar los fiacos etc) y la paja menuda.
A la tardecina, los rapacces, rapacines y rapazacos aprovechaban para jugar a "la maya" por las huertas y entre las fejinas de las eras. A esa hora se oía el "jingrio" infantil, ya que durante el día los niños también participaban en las labores agrícolas, especialmente "ir con las vacas", (¡Y lo bien que nos lo pasabamos!) y tenían poco tiempo para jugar.
Como véis un calco a nuestras costumbres de niñez y una casi coincidencia de vocablos usados para el lenguaje.
Un abrazo para todos