No es la gloria el halago
ni los clamores
que elevan los eternos
voceadores.
No es la gloria el dinero
ni las riquezas
con que a veces se ocultan
grandes flaquezas:
ni es tampoco el prestigio
de los laureles
donde también se esconden
los oropeles.
La gloria es el tesoro
de la humildad
en lid serena contra
la adversidad;
el leal cumplimiento
de los deberes
que nos traen los nuevos
amaneceres;
el noble sacrificio
de la ambición
en aras de la ajena
satisfación;
es domar esta escoria
perecedera,
es renunciar a todo
lo que se espera,
y es poner la mirada
tan en la altura,
que aun la nieve serrana
parezca impura.
.....................
Así es la gloria, niño;
nunca lo dudes.
Adornada va siempre
de las virtudes.
Su luz brilla en las sombras
como un lucero,
y para ti la pido,
¡porque te quiero!
------------------------------
Domingo de la Fuente García.
ni los clamores
que elevan los eternos
voceadores.
No es la gloria el dinero
ni las riquezas
con que a veces se ocultan
grandes flaquezas:
ni es tampoco el prestigio
de los laureles
donde también se esconden
los oropeles.
La gloria es el tesoro
de la humildad
en lid serena contra
la adversidad;
el leal cumplimiento
de los deberes
que nos traen los nuevos
amaneceres;
el noble sacrificio
de la ambición
en aras de la ajena
satisfación;
es domar esta escoria
perecedera,
es renunciar a todo
lo que se espera,
y es poner la mirada
tan en la altura,
que aun la nieve serrana
parezca impura.
.....................
Así es la gloria, niño;
nunca lo dudes.
Adornada va siempre
de las virtudes.
Su luz brilla en las sombras
como un lucero,
y para ti la pido,
¡porque te quiero!
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Domingo de la Fuente García.