Caboalles años 50. Ella jugaba con las amigas durante el recreo, era alta, delgada, para mi la mas guapa de toda la escuela. Yo solo tenía ojos para ella, estaba enamorado de su cara, de su pelo, de su sonrisa. Esto se repetia un dia tras otro, raras veces cruzabamos alguna palabra, la separación de sexos en la escuela no facilitaba en nada algún tipo de relación, asi que me limitaba a mirarla en los recreos y el resto del día a pensar en ella. Era un amor inocente, tan inocente como los nueve años que yo tenía, un amor infantil, pero amor al fin y al cabo. El primero, el que nunca se olvida. Ella se llamaba Clara.