Vaya siesta me acabo de echar. He caído como una piedra. Y es que la verdad, ayer no pegué ojo. Vaya fiesta se preparó en el pabellón de La Magdalena. Parecía aquello la berrea. Que concierto de ronquidos tuve que compartir. Imposible dormir, aunque ahora ya estoy completamente recuperado después de un día donde el calor ha vuelto a pasar una dura factura. Cada vez se nota más el asfalto pegado a nuestros pies. Un castigo con todo este calor.
Lo anecdótico del día es que hoy hemos hecho un nuevo fichaje. Un pequeño perro apareció en la salida de la Magdalena y nos ha acompañado toda la etapa. Ya se ha convertido en nuestra mascota y le hemos bautizado como Piquete.
La marcha a La Robla era especial y todos los sabíamos. Iba a ser el reencuentro con los compañeros asturianos y también con cinco mineros venidos de Palencia. A partir de ahora ya está todo el pelotón unido para ir a conquistar Madrid. La verdad es que me resultó realmente emotivo ese encuentro y no solo por la marcha asturiana, sino también por el gran número de gente que nos ha recibido. Ha sido algo increíble. Se te ponen los pelos de punta y te da mucha más fuerza.
Nos tratan muy bien. En todos los pueblos donde hemos estado nos han hecho sentir importantes y eso da gusto. Aunque ahora la gran comidilla que hay entre todos nosotros es que en León los pobres parece que no nos van a poder dar de cenar como han hecho todos los demás ayuntamientos. No sé que pensar.
Lo importante ahora es que todos estamos como una piña, que se respira un gran ambiente y que sabemos que en la capital también vamos a tener un gran apoyo de los ciudadanos.
Ahora vamos a intentar relajar para pillar la cama cuanto antes. Otro concierto de ronquidos igual no soy capaz de digerir. Ahora mismo, es más duro que los kilómetros que llevo encima. Tengo ganas de conquistar ya León.
Lo anecdótico del día es que hoy hemos hecho un nuevo fichaje. Un pequeño perro apareció en la salida de la Magdalena y nos ha acompañado toda la etapa. Ya se ha convertido en nuestra mascota y le hemos bautizado como Piquete.
La marcha a La Robla era especial y todos los sabíamos. Iba a ser el reencuentro con los compañeros asturianos y también con cinco mineros venidos de Palencia. A partir de ahora ya está todo el pelotón unido para ir a conquistar Madrid. La verdad es que me resultó realmente emotivo ese encuentro y no solo por la marcha asturiana, sino también por el gran número de gente que nos ha recibido. Ha sido algo increíble. Se te ponen los pelos de punta y te da mucha más fuerza.
Nos tratan muy bien. En todos los pueblos donde hemos estado nos han hecho sentir importantes y eso da gusto. Aunque ahora la gran comidilla que hay entre todos nosotros es que en León los pobres parece que no nos van a poder dar de cenar como han hecho todos los demás ayuntamientos. No sé que pensar.
Lo importante ahora es que todos estamos como una piña, que se respira un gran ambiente y que sabemos que en la capital también vamos a tener un gran apoyo de los ciudadanos.
Ahora vamos a intentar relajar para pillar la cama cuanto antes. Otro concierto de ronquidos igual no soy capaz de digerir. Ahora mismo, es más duro que los kilómetros que llevo encima. Tengo ganas de conquistar ya León.