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CABOALLES DE ARRIBA: Creo que han sido utilizados los dos: Normalmente hacían...

Creo que han sido utilizados los dos: Normalmente hacían singladuras por varios puertos, hasta completar el pasaje.

Durante la primera mitad del siglo XIX la emigración transoceánica española no pudo ser muy numerosa, pues la legislación migratoria hasta 1853 fue sumamente restrictiva. Será en la segunda mitad del siglo, sobre todo desde la década de 1880, cuando los países con capacidad exportadora y escasa población atraerán a miles de emigrantes españoles.

La demanda de mano de obra, unida a la presión demográfica generalizada en Europa y, particularmente, en los países poco industrializados del mediterráneo, volcará en ultramar El excedente de población. La emigración española procedía, en su mayoría, de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, las Islas Canarias, Cataluña y Castilla y León.

En cuanto a su destino, de los 3.297.312 españoles embarcados entre 1882 y 1930, 1.594.882 se dirigieron a Argentina, 1.118.968 fueron a Cuba, 233.432 partieron hacia Brasil, 82.350 lo hicieron hacia Uruguay y 267.740 se distribuyeron en otros países del continente americano.

Los puertos de salida fueron, principalmente:
Almería, Barcelona, Bilbao, Cádiz, La Coruña, Gijón, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Santander, Valencia y Vigo.

Puertos de destino, entre otros los de: Buenos Aires, La Habana, Sâo Paulo, Santos y Montevideo.

Diario de un emigrante:
“El día 27 salimos de Santander. El mar estaba un poco malo, nos mareamos algo, no fue nada. Llegamos a La Coruña el día 28, salimos el mismo día. Llegamos a Villagarcía a las ocho de la mañana y salimos a las doce para Vigo (…) llegamos a las cuatro de la tarde (…) Salimos para Cádiz el día 30 (…) Llegamos a Cádiz el día 1 a las seis de la tarde (…) Salimos de Cádiz a las seis de la tarde del día 4, pasamos una tormenta que aquello metía miedo. Los marineros, al pasar
el estrecho de Gibraltar ya daban el vapor perdido (…) Siguiendo mi viaje, después que salimos de Canarias, me puse malo que aquello era terrible (…) Aquel día metieron (a) 80 en la enfermería, pero era al pasar el Ecuador y fue por el mucho calor…”

Cartas desde América: La emigración a través de la correspondencia.

Antes de que los gobiernos decidiesen regular los flujos migratorios al exterior o a adoptar medidas de protección de los emigrantes en el extranjero, fueron los propios emigrados quienes tejieron un “entramado de acogida” para la recepción e inserción personal y laboral de los recién llegados, basado en la familia y en el paisanaje. Esta red de seguridad alcanzó su máxima expresión en el fenómeno del asociacionismo, que hermana elementos de las sociedades de origen y de acogida y define su identidad común como colectivo.

saludos