CABOALLES DE ARRIBA: Hola Amador:...

Sigue lloviendo mansamente. Desde hace muchas horas no ha dejado de llover y se ha perdido la linea que marca el cielo. Es una lluvia pacífica, sin ruido, casi amable, una lluvia de otoño que riega las hojas caidas sin ninguna esperanza de hacerlas revivir, una lluvia que riega la nostalgia y que me hace recordar que para mí también ha llegado el otoño de la vida y que seguirá siendo otoño hasta el fin, sin veranos ni primaveras.
Estos dias grises siempre me traen recuerdos negativos, promesas incumplidas, metas a las que nunca he llegado, batallas perdidas por no haber luchado por ellas, trenes que solo pasan una vez y al que no he subido... Pero a pesar de todo mi conciencia está paz. Mientras miro a traves de las gotas de lluvia en los cristales, pienso que cuando llegue mi hora me gustaria morir así, un dia gris y con lluvia. Saludos.

Hola Amador:

Lo que comentas, me ha gustado mucho. Es la realidad a la que todos deberíamos aspirar y la que debemos afrontar de la mejor manera. No hay remedio para el nacer o el morir. Lo único que nos queda es saborear el intervalo.

En la vida hay tres periodos que son clave: LA INFANCIA, LA JUVENTUD, y SE TE VE EXPLÉNDIDO. Ya que estamos en esta última etapa, intentemos afrontarla con optimismo.

Hablando de lluvia, jamás desesperes en medio de las más sombrías aflicciones de la vida, pues de las nubes más negras cae agua limpia y fecunda.

Estamos en una edad en la que todo aquello que la madre naturaleza nos dio, el padre tiempo comienza a llevárselo y no hay tratamiento que lo evite.

Por último, traigo a colación un proverbio japonés que dice algo así: “Me lamentaba de no tener mejores zapatos, hasta que vi a un hombre que no tenía pies”.

Saludos