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CABOALLES DE ARRIBA: Aunque nosotros no lo veamos, algún día la ciencia...

- ¿Y yo, cuantos hijos tengo?
- Somos cinco mamá, Manolo, Amador, Esther, Gina y Feli.
- ¿Donde está Amador, hace mucho tiempo que no lo veo; a Gina tampoco la veo, ni a Esther.
- Mamá, Amador soy yo y todos los días venimos alguno a verte...
Así de cruel es esta enfermedad que vacía la mente de recuerdos y vivencias.
Sin embargo, mi madre conservaba recuerdos de la infancia. Nos contaba cosas de la aldea donde había nacido, momentos, sin duda felices. Cuando sus padres a veces la dejaban al cuidado de las ovejas en compañia del perro pastor y la cesta con pan de centeno, queso y manzanas o recordaba el día que invitaron a cenar al gaitero que amenizaba la fiesta de la aldea, con tan mala fortuna que al servir la sopa tropezó y derramó la sopera encima del músico. Cuando le insinuabamos que estaba nerviosa porque estaba enamorada del gaitero, siempre le entraban grandes risotadas.
Misterios de esta enfermedad, algunos recuerdos del pasado y ninguno del presente.

Saludos.

Aunque nosotros no lo veamos, algún día la ciencia logrará desentrañar los misterios que encierran nuestro cerebro. Previsiblemente entonces, las enfermedades como el Alzheimer, la demencia senil, el ictus,…………, tendrán solución.

Hasta entonces, solo nos queda resignarnos y trasmitir nuestro apoyo y compresión, no solo con los que las padecen, sino también con los que por proximidad lo sufren.
Saludos