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CABOALLES DE ARRIBA: Nueve medidas de la gran empresa para cambiar el drama...

Nueve medidas de la gran empresa para cambiar el drama del paro en cuatro años
El presidente del Consejo Empresarial para la Competitividad, César Alierta, lo decía claramente esta mañana: todo el mundo promete o propone reducir el paro pero nadie dice cómo hay que hacerlo. Han sido meses de trabajo intenso de expertos de las grandes empresas españolas para ofrecer al conjunto de la sociedad recetas que reduzcan drásticamente la tasa de paro. El objetivo es llegar a 2018 a rebajar esta tasa al 14,2% del casi 24% actual e incluso llegar al 10,4% si se saca a la luz la economía sumergida.
Servicios de estudios del BBVA, Santander, Iberdrola o la propia Telefónica que preside Alierta se han puesto manos a la obra para ofrecer soluciones “concretas, tangibles, que se pueden poner en práctica”, explicaba Alierta sin importarle mucho que quién correspondería llevarlas a cabo: “son medidas que le sientan bien a la derecha, a la izquierda o al centro”, indicó.
Estas son las medidas propuestas por los grandes empresarios para reducir el desempleo:
1.-Estructura empresarial. El objetivo pasa por alcanzar una estructura empresarial semejante a la de los países europeos de referencia, lo que supone duplicar el número de empresas de más de 250 empleados y aumentar el 60% el número de empresas medianas, aquellas que emplean entre 50 y 250 trabajadores.
2.-Internacionalización. Conseguir que las empresas que comenzaron a vender al exterior en los últimos años se consoliden como exportadoras regulares y en concreto el objetivo es aumentar en 35.000 el número de empresas exportadoras regulares en los próximos cuatro años, lo que implicaría la generación de más de 700.000 puestos de trabajo.
3.-Mejorar el nivel educativo. Potenciar un uso más eficiente de los recursos destinados a la educación; aumentar dichos recursos, igualando el gasto en educación al promedio de la OCDE (6,2% del PIB); mejorar la eficacia de las políticas activas para la empleabilidad de los parados; introducir mayor competencia entre escuelas y grado de autonomía y reforzar la meritocracia e incentivar la curiosidad por el aprendizaje.
4.-Acelerar la Economía del Conocimiento. El Consejo Empresarial de la Competitividad apunta que para 2018 la inversión en I+D debería alcanzar el 3% del PIB frente al 1,3% actual. Si conseguimos igualarnos en esta parcela con nuestros socios europeos se conseguiría un impacto extra del 1,5% del PIB, que se trasladaría a una creación neta de empleo de 130.000 puestos de trabajo por año.
5.-Una política energética sostenible. El CEC considera necesario incluir en el debate social las vertientes técnicas y económicas, así como apoyar la actividad explotaría con el fin de atraer inversión. Con un plan de inversiones razonable a medio plazo es posible crear 100.000 nuevos empleos hasta el año 2018, considerando el efecto directo e inducido. Sus propuestas incluyen la práctica de extracción de gas mediante fracking (rotura de la roca).
6.-Mantener nuestra posición privilegiada en infraestructuras. Debemos mantener la sexta posición mundial en infraestructuras del transporte. El CEC pide elevar las tasas de inversión ya que el sector sigue siendo un pilar de la economía y con un elevado impacto en el empleo.
7.-Necesidad de una financiación fluída. El presidente del CEC, César Alierta apuntó que la banca española ha superado con nota altísima los test de estrés recientemente publicados por el BCE y por la EBA. Y añadió que nuestra banca cuenta con una credibilidad internacional mayor que cualquier otro país de la UE. Así, el sector financiero español está preparado para la financiación del crecimiento económico que estiman alcanzará el 2% en 2015.
8.-Lucha contra el fraude laboral. El CEC estima que lucha contra el fraude laboral podría aflorar un extra de más de 800.000 empleos y podría reducir la tasa de paro en hasta 3,6 puntos.
9.-Un ajuste fiscal creíble y sin riesgos en la ejecución. El CEC considera imprescindible garantizar la sostenibilidad de la deuda y así evitar que se sitúe por encime del 100% del PIB. Ello se consigue con una mayor expansión económica con el objetivo de alcanzar un superávit primario (sin contar los intereses de la deuda) que garantice su reducción.