Puede que hace tan solo un instante
todo haya sido simplemente un sueño
si bien sé que ahora no estoy dormido
pues me siento alerta y bien despierto
me encontraba sentado en un solitario banco
entre el andén segundo y el andén tercero
y mientras unos viajeros felices llegaban
otros vagones se colmaban de pasajeros.
Me encuentro con los pies bien posados
sobre la tierra
y agradezco a la vida los regalos
que cada mañana me acerca
pero no por ello
ni tan siquiera entorno mis ojos
para no ver que igual que te da
a la postre también te quita.
Son más los pasajeros
que hasta este andén se acercan
para partir
que aquellos que llegan
o están por llegar
lo abordan rostros conocidos
que ya no volveré a ver
lo abordan rostros desconocidos
que ya no podré conocer
duele tanto el vacío
que deja la ausencia
que tan solo se aplaca
con los recuerdos
sin embargo
siento en mi mirada
la alegría desbocada
por los recién llegados.
Puede que hace tan solo un instante
haya estado más que despierto
si bien sé que ahora estoy dormido
pues estoy convencido de soñar un sueño
me encuentro caminando y despreocupado
sobre las gruesas traviesas de un embarcadero
y mientras unas barcas parten rumbo al horizonte
otras se amarran con la alegría que acompaña al viajero.
. José Manuel Contreras
... (ver texto completo)