Se encuentra en la
calle de igual nombre, formando parte de la Ruta Jacobea. Fue consagrada en 1.108 por Diego Gelmirez, primer arzobispo de Santiago y promotor de su
catedral. De la original solo se conserva el
ábside románico, ya que fue construida en el S. XVI y ampliada en los siglos XVII y XVIII. La
torre neogótica es de 1.904. Conserva un interesante
Cristo del S. XIV.