La piedra transportada por asnos con canastos
los hombres la aporrean hasta partirla el alma
se amoldan a la tierra en su lecho de muerte
pasos lentos dormidos perseguirán sus sueños
Los carros, las personas infinitos transeúntes
bajo el sol rojizo les quema las entrañas
manos rudas manejan los martillos pilones...