Me uno a esta felicitación a Marimar
Saludos
Despues de casi un mes hoy dando un detenido paseo por el foro, he encontrado tu felicitacion, pues bien muchas gracias, no se quien eres pero siempre es bueno que alguien a quien no conoces se moleste en felicitarte. Marimar
Graias Lucy
Lo siento, Amiga, no sabía que era tu 'cumple'.
Permíteme que te feclicite (felicitemos) desde 'Los Madriles'.
Te envío besos de mis chicas, y besos y abrazos de mi parte.
Te quiero; te queremos.
Hoy ha sido el dia de Santa Catalina, como ya nadie escribe no puedo comentar con nadie que tal dia como hoy las ferias de ganado en puente eran muy importantes, yo recuerdo cantidad de gente por el pueblo y la señora Micaela en medio de la gente que vendia cosas (conejos, pollos, huevos, veduras) y decia: A LA RICA CASTAÑA, NO HAY CASTAÑA COMO LA MIA, (las castañas estaban asadas) y estaban riquisimas. Que tiempos aquellos, los que conocimos ese pueblo lleno de gente, de negociantes y de tiendas, ... (ver texto completo)
La vida dibuja su experiencia
sobre la piel de sus manos
y la profundidad de su mirada
cuántas lágrimas se asomaron a esos ojos
de toda una vida recorrida
cuántas sonrisas alegraron ese rostro
por toda una vida vivida
cuánta tristeza.

Ahora
con toda una vida a cuestas
cansado
y sintiendo cómo se acaba el camino
la vida le muestra vida
unos ojos vivaces
que le han robado la tristeza
unas carreras alocadas
que le han devuelto una juventud olvidada
unas pequeñas manos infantiles
que pronto cumplirán cuatro años
unas canciones cantadas con su voz
que le recuerdan un tiempo ya lejano.

“…el cochecito, leré
me dijo anoche, leré
que si quería, leré
montar en coche, leré…”.

Sueña con ella
sueña con sus juegos
sueña con sus canciones
cuando la soledad le acompaña
sonríe recordando sus ocurrencias
la soledad ya no es soledad
es el íntimo momento de su recuerdo
las tardes ya no son las tardes
que se antojaban eternas…

Suena el teléfono
que paciente descansa sobre la mesa
sabe que es ella
y ella sabe que contestará él
prepara su voz antes de responder
prestando su oído casi agotado
¿Quién es? –le dice–
Soy yo abuelito ¿Sabes un secreto?
No, dime.
Te quiero. ... (ver texto completo)
Lo mismo te deseo
Saludos
Gracias, quimin
besos
Lucy
Lo mismo te deseo
Saludos
VALDEBURÓN CELEBRA SUS PRIMERAS JORNADAS DE LA MORCILLA MONTAÑESA

Las mujeres de Valdeburón recuperan la elaboración tradicional de la morcilla

JOSÉ Mª CAMPOS | LARIO 24/11/2013
diariodeleon. es

Los municipios de Acebedo, Burón y Maraña junto con la casa del parque de Valdeburón, ubicada en Lario, celebraron ayer las primeras Jornadas de la Morcilla de Valdeburón, en las que participaron unas doscientas personas de los tres municipios. Los actos se iniciaron con una ruta de senderismo guiada ... (ver texto completo)
Te asomas...
en mis pensamientos
cuando el alba por la mañana;
fluye nugalla
en mis sentimientos.

Mi corazón te anhela,
mi mente fascina;
y tú como amor sincero
no deseas la rutina.

Quieres forjarte
un nuevo edén,
un paraíso, aunque reducido
pero sabes que también
cuando me cautivas...
"te necesito"
Evocas alternativas
anteriores,
libertad plena,
que no cambie...
que no pierda ilusiones;
que sea el amor
de tú vida.

Pero a veces...
me pregunto
¿Dónde está lo sublime
del amor duradero?
Acaso compañera
¿No es mejor amarnos mutuamente?
Vibrar cada día...
... Abrazarse fuertemente...
... Acariciarse tiernamente
¿si deseamos que sea interminable?.

Es mejor olvidar
que cualquier pasión pasada
fue mejor ocasión.
Porque ahora, sólo deseo
quererte como antesala
de amarte dulcemente.
Quino ... (ver texto completo)
Encontré una palabra
no recuerdo cómo
pero sé dónde
me enredé entre sus sílabas y acento,
era una extraña palabra rebuscada
un vocablo complicado
un concepto indefinido
sin etimología ni sintaxis
indeclinable
inconjugable
intraducible
volátil y sonora.
Cuando creía olvidarla
aparecía
si intentaba atraparla
se esfumaba,
jugaba traviesa a ser estrella,
un juego divertido
mas peligroso,
se encerraba entre paréntesis y comas
ocultando sus ojos circunflejos
detrás de dos puntos y aparte.
Primero era extensa y encendida
más tarde fue un susurro
un monosílabo
una vocal cansada
una imprecisa brevedad;
quise decirla un día
y me quedé sin palabra.
Ahora no recuerdo su fonética,
tampoco sé si he dejado de amarla.
Eduardo ... (ver texto completo)
Evangelio según San Lucas 23,35-43.
El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: "Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!".
También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre,
le decían: "Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!".
Sobre su cabeza había una inscripción: "Este es el rey de los judíos".
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: " ¿No eres tú el Mesías? Sálvate ... (ver texto completo)
emilio gancedo 17/11/2013

Paisano con boina achusmando detrás de una sebe». Esta definición de leonés, conocida y celebrada, y muy presentada en conversaciones de barra o café en torno a cómo es y a cómo se comporta el habitante de esta tierra, parece buena punta de flecha para comenzar a hablar de la caracterización más o menos literaria del paisano en su acepción de indígena de las comarcas leonesas. Porque, avanzando algo del denominador común acerca de estas pinceladas sobre nosotros mismos, podría decirse que bajo todas o casi todas culebrea un cinismo, una retranca de piedemonte o cabronería cazurra que quizá sea lo que verdaderamente anude todos los valles y riberas de lo que queda del viejo reino. Desconfianza, hosquedad, aspereza, crudísima ironía y excesivo chovinismo que contrasta con una escasa actividad se advierten en este feje de expresiones.

La primera en aparecer es clásica y pese a su antigüedad presenta ya mordaz filo: «No he visto hombres más moridos de amores por su pueblo, y es de manera que donde quiera que se halla un leonés, le parece que la mitad de la conversación en que se halla se debe de justicia a la corona y corónica (crónica) de León. En esto, todos tienen una pega: paréceles a los leoneses que alabar otro pueblo y no a León es delicto contra la corona real». El editor José Antonio Martínez Reñones advierte que este párrafo, y otros, de La Pícara Justina (1605, ¿Francisco de Úbeda) alertan de un rasgo muy cismontano: el de ser «ilusos de glorias ajenas y pasadas». Y es que hay claramente un antes y un después de la pérdida de la independencia leonesa. En los siglos XI y XII todo son loas al reino como las que refieren el Poema de Almería (1147), «la florida caballería de la ciudad León, portando los estandartes, irrumpe como un león./ Ésta ocupa la cima de todo reino hispano» o trovadores occitanos como Guilhem Magret (antes de 1196): «En León encontré la fuente de donde manan variados vestidos/ y oro mezclado con plata,/ y en verano, cuando funde la nieve,/ hay un frescor agradable,/ y hacia Navidad calor,/ y si un villano bebiera en aquella fuente,/ se volvería cortés y considerado». El contraste con la sarcástica Justina es apreciable, y aun con el romancero tardío («castellanos y leoneses/ tienen grandes divisiones/ sobre el partir de las tierras/ y el poner de los mojones/ llamábanse hideputas/ hijos de padres traidores»). Lo leonés se escarnece y es sinónimo de gloria perdida. Quizá por eso el hoy orillado autor de novela histórica y costumbrista José González propone en su Cumbre histórica (1938) «que a los capítulos en donde los niños de León aprenden la reconquista debe añadirse el tratado ‘reconquista de la historia’, porque la historia está escrita por castellanos, es decir, por enemigos de la historia de León y Asturias».

De viajeros por tierras leonesas podrían espigarse numerosísimos ejemplos, y también de investigadores de la etnografía, la lingüística y el derecho consuetudinario, campos para los que durante tanto tiempo fue lo leonés arca y filón inagotable. En el ensayo Paisajes, hombres, costumbres y canciones (1929), de León Martín-Granizo, consta esta deliciosa declaración: «Son serios los pueblecitos, tirados en los llanos o acurrucados en los valles, los hombres, las cosas: es serio todo; es serio hasta el reír». Y, como en este, en muchas guías y artículos del pasado cambio de siglo, especialmente en el imprescindible Derecho consuetudinario leonés (1897), hoy tan de actualidad, de Elías López Morán. Y está también la cita del gran antropólogo Julio Caro Baroja, gran conocedor de la entraña de esta tierra, en Los pueblos del Norte (1943), pues el sobrino de Julio Baroja incorporó a León sin dudas y con argumentos en el capítulo norteño junto a vascos, cántabros, asturianos y gallegos, y es ya conocida. Pero el investigador Nicolás Bartolomé Pérez aporta otra reflexión del mismo autor, publicada en 1981 en la Revista de la Casa de León en Madrid: «Aunque tenga esa unidad del idioma, aunque tenga esa unidad política vieja, aunque en muchos aspectos el folklore leonés corresponda a un conjunto de lo que es folklore euro-occidental, le da a todo un sello particular, y este sello, a mi juicio, es lo que tiene más valioso». El autor de Filandón rememora también otra referencia poco divulgada, esta sobre uno de los autores de referencia en la recuperación de la vieja lengua patrimonial de estas tierras: el asturiano del Occidente —y, por tanto, muy próximo— padre Galo, ‘Fernán Coronas’. En una carta de 1926 pide al periodista Casimiro Cienfuegos: «Ensalza cuanto puedas el lenguaje del viejo reino que llevó todo el peso de la reconquista en sus comienzos; fueron ‘largos en facellas y cortos en contallas’» («vamos, que no nos vendemos como nuestro pasado nos demanda», opina Pérez).

Radiografías sociales

Y por fin, si echamos mano de los creadores literarios, o al menos de algunos que se han preocupado por desmigar en pocos párrafos la personalidad del paisano, son varios los que ‘pintan’ de maravilla al vecino. El autor y editor Joaquín Alegre elige un texto de Luis Mateo «que es toda una radiografía sociológica con olor a cine Mary», aparecido en la joya bibliográfica León, traza y memoria: «Barandas de medio pelo, con las tiñosas gabardinas que ya un hermano mayor paseó por las mismas sendas de Ordoño, bajo los mismos castaños de la Condesa y las mismas callejas del Húmedo. Raquíticos esparabanes, con la pava colgada de la oreja para dejar, siquiera, cinco o seis caladas con que saciar el vicio, momentos antes de volver a casa». Y Andrés Trapiello, en sus voluminosos Diarios, ofrece agridulces pinceladas de su ciudad: «No se sabe por qué en León las bombillas dan menos luz que en otras partes de España, teniendo tantos saltos de agua. Es siempre una luz amarillenta y hepática y muy deprimente en las calles, en las casas, en los cafés, en las iglesias (Troppo vero, 2005), recuerda el crítico literario Nicolás Miñambres. O «lo excepcional es que, siendo de León circule entre ambos una corriente de simpatía (La cosa en sí, 2006).

A su hermano Pedro suele atribuirse la cita que encabeza este reportaje, aunque él se ha preocupado en sus columnas de este periódico por hacer ver que en realidad es de Emiliano Alonso Lombas, padre de quien fuera presidente de la Diputación, pero cierto es que él la divulgó y añadió ese furtivo ‘achusmar’ que siempre oyó en casa. El autor de la Cornada de lobo también ha venido guiñando un ojo burlón al cainismo o altivez leonesa con frases como «sírvanse robar, el río se deja y los cazurros aplauden», «el leonés muerde con la boca cerrada» o «el leonés es como el de Bilbao pero sin motivos». Y en un viejo almanaque halló esta exacta destilación del individualismo provincial: «Del mundo, España, de España, León, de León, mi casa, y de mi casa, yo». No se queda atrás Martínez Reñones en referencias que salpimentan artículos y conferencias suyas: «Si habla maravillas de su tierra y pesadillas de sus paisanos… sólo puede ser de León». Y el escritor Miguel Paz recuerda en su blog cómo el también autor Tomás Sánchez Santiago repite que los leoneses son «parcos y huidizos en el saludo, especialmente si el asunto concierne a viejos conocidos de botica o escalera».

Chispazos de ingenio o expresiones que hicieron fortuna y se propagaron por vía oral —buena simiente, en esta tierra, para la creación literaria— abundan en torno a nuestra personalidad, y ejemplo señero es la consignada varias veces por el periodista y showman rural Fulgencio Fernández sobre aquellos dos paisanos que en el teleclub miraban llover. Como uno rezongaba, el otro le dijo: «Déjalo, que es bueno que llueva». A lo que el otro respondió, con toda la sorna de que se es capaz en esta tierra ausente de los mapas, tierra sin fronteras que es todo pasado, país bronco y cabrío, corona real forroñosa y desportillada, gentes de mil leches que nunca caminan en la misma dirección: «Si fuera bueno... no caía aquí». ... (ver texto completo)
Nace en León la 'Plataforma Social por la Defensa de la Salud'
Por ileon. com | 18/11/2013
La plataforma se mantiene abierta a la incorporación de colectivos que perciban la situación actual de la sanidad pública como un atentado que afecta a los derechos de la sociedad en su conjunto.

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Acariciar tu piel
es acariciar la primavera
es sentir en mis manos
la fragancia de las flores
y la brisa de la tarde
aguardando serena la noche.

Préstame tu luz estrella
en esta noche cenicienta
para que la sombra de mis manos ... (ver texto completo)
Buenas noches y feliz comienzo de semana
Besos
Lucy
Evangelio según San Lucas 21,5-19.
Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?".
Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está ... (ver texto completo)