La vieja del
monte
Cuando uno es niño, tan pequeño como para tener prohibido casi todo, me refiero a un rapaz con una edad insuficiente como para no poder ir siquiera con los corderos, en ese tiempo, pues uno siente verdadera rabia por no poder ir al monte como los mayores. Que llegaba el buen tiempo y se formaban las beceras de
vacas, pues el niño de
casa cogía un berrinche porque él también quería ser pastor. Que llegaba el Sanmiguel y había que ir a por leña, pues ya estaba la madre o la abuela
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