La clave es realizar los pasos midiendo y mezclando rigurosamente los ingredientes, a no ser que se sea un experto en la matería y puedas elaborarla a ojo de buen cubero.
Para ello cualquier garrafa o cubo (si es de madera mejor) valdría, para posteriormente dejar macerar un mínimo de 4 o 5 días (aunque para la mezcla y sabor intenso lo imprescindible sería 8) en un lugar que sea fresco, con la intención de que se contagien de sabor de cada ingrediente y se fermente.
Otras de las claves es remover la mezcla dos o tres veces al día y en última ocasión probar, quitar las impurezas y corregir al gusto.
Después de estos pasos, ya está lista para que no dure un asalto aunque no se pueda tomar este año en los establecimientos hosteleros de León...
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