Tercio de varas. El noble animal recibe un puyazo de costado. El público recrimina al picador que no rectificase la faena. Pero el astado se crece con el castigo. Vemos el momento en que se queda con la cara del castigador, como diciéndole: se donde vives y a la salida te espero.
El maestro mueve el engaño tratando de separar al animal de la tortura. Persiguiendo el vuelo del capote, lo atrae de nuevo hacia los medios y con otro juego de pases por el pitón derecho, lo coloca de nuevo ante una segunda ... (ver texto completo)
El maestro mueve el engaño tratando de separar al animal de la tortura. Persiguiendo el vuelo del capote, lo atrae de nuevo hacia los medios y con otro juego de pases por el pitón derecho, lo coloca de nuevo ante una segunda ... (ver texto completo)