Cómo me gustan las
cigüeñas. Recuerdo que teníamos un enorme
nido al lado, justo detrás de la
casa de Agricio, y siendo pequeña pasaba horas mirando lo que hacían, crotoreando, o lo que hiciesen, ja, ja!
Y bien que cumplían con el refrán, “por
san Blas, la
cigüeña verás”. Ahora con el cambio climático, ya se quedan el
invierno entero, para qué se van a ir!
Me dió mucha pena cuando lo tiraron. Miguel estaba haciendo las cocheras al lado, y claro, peligraba que cayese, porque era enorme y el
árbol ... (ver texto completo)