Yo tengo el recuerdo ya más reciente de la fábrica, donde vive ahora mi Tía Mercedes. Allí las llenaba Miguel. Como dejara alguna más tiempo del debido en el sifón que las llenaba, explotaban.
Yo eso tambien, pero me acuerdo debajo del
bar, lavábamos las botellas, les echábamos un poco del jarabe aquel y me parece que era tu abuelo que las ponía en la máquina, jajaja, que tiempos, y todo era un
juego.