Muchas gracias PACITA por estos bonitos recuerdos.
Efectivamente, eran mis dos abuelos paternos. A mi abuelo Pepe no llegué a conocerle, yo no tenía dos años cuando el pobre se murió. A mi abuela María, a Dios gracias, me tocó disfrutarla unos años más, los mismos que a ella le tocó aguantarme a mí. Le cogí un gran cariño, yo era su nieto consentido y le preparé bastantes travesuras. Todos los domingos, después de misa, iba con mi bicicleta a verla. Entraba en aquella cocina, le sacaba la caja ... (ver texto completo)
Efectivamente, eran mis dos abuelos paternos. A mi abuelo Pepe no llegué a conocerle, yo no tenía dos años cuando el pobre se murió. A mi abuela María, a Dios gracias, me tocó disfrutarla unos años más, los mismos que a ella le tocó aguantarme a mí. Le cogí un gran cariño, yo era su nieto consentido y le preparé bastantes travesuras. Todos los domingos, después de misa, iba con mi bicicleta a verla. Entraba en aquella cocina, le sacaba la caja ... (ver texto completo)
jajaja... ¡que bueno primo, he estado leyendo tus trvesuras y me he reido un montón... gracias por compartirlo.