Aquellos impecables autores son los que nunca escribieron. La lectura es a veces una estratagema para eludir pensar.
Estar a solas con un buen libro es ser capaz de comprenderte más a ti mismo. He preferido estudiar los libros que a los hombres.
Mis libros siempre están a mi disposición, nunca están ocupados. La mejor receta para la novela policiaca: el detective no debe saber nunca más que el lector.