Y la alta tecnología llegó a
Canales.
Después de las vicisitudes a las que le llevó su
vaca Careta, Tano acudió a quién en el
pueblo podía ayudarle. Necesitaba protección ante posibles nuevos ataques del cuadrúpedo astado. No le vendría mal un cinturón de recio acero donde topase la cornamenta de su preciada res. En el taller de construcción de
carros “Hermanos
Viñayo”, encontró la solución. Dichos empresarios habían adquirido un equipo de soldadura de los llamados “electrógena”. Después de haber
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