Uf, pues hay que tener cuidado. El marido de una peluquera que conozco se comió una manzana y estuvo ingresado malísimo.
Joer, no me asustes. Yo pasé de
comer cuatro o cinco manzanas, a ninguna en una buena temporada. Me puse fatal, pasé una
noche vomitando y la culpa se la eché a las manzanas.