CANALES (León)
Panga rebozado, con sofrito
El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.
Los deseos se tienen, no se piden. Lo que se pide es el objeto del deseo.
El hombre tiene el amor por ala, y el deseo por yugo
El deseo y la
felicidad no pueden vivir juntos.
El hombre tiene el amor por ala, y el deseo por yugo
Cuando dos hombres desean la misma cosa que no pueden gozar juntos se convierten en enemigos.
Todo deseo estancado es un veneno.
Cuando dos hombres desean la misma cosa que no pueden gozar juntos se convierten en enemigos.
Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Si no tienes ganas de ser frustrado jamás en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti.
Teméis todas las cosas como mortales y todas las deseáis como inmortales.
Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Teméis todas las cosas como mortales y todas las deseáis como inmortales.
El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar.
No hay nada más fácil que el autoengaño. Ya que lo que desea cada hombre es lo primero que cree.
Nuestro deseo desprecia y abandona lo que tenemos para correr detrás de lo que no tenemos.
El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar.
El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir.
Nuestro deseo desprecia y abandona lo que tenemos para correr detrás de lo que no tenemos.
Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia.
El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir.
El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.
Vivir sus deseos, agotarlos en la vida, es el destino de toda existencia.
El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.