Es una manera de hacerse notar mientras hace quedar al funcionariado en general en ningún buen lugar. Las
siestas que sus señorías se meten en los parlamentos y las revistas y demás que leen cuando van, ya que cuando no van no se les ve, eso no es de recibo que conste en acta. No me extraña que entremos en
primavera y una vez más vayan saliendo los capullos.