El ojo que tú ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque él te ve. Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo.
Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego. El ojo que tú ves no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque él te ve.
El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras. Los que obran bien son los únicos que pueden aspirar en la vida a la felicidad.
Para conocer a la gente hay que ir a su casa. No dejaremos de explorar y al final de nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos y conoceremos por primera vez el lugar.
Los perros sólo ladran a quienes no conocen. Si conociéramos el verdadero fondo de todo tendríamos compasión hasta de las estrellas.
Visto un león, están vistos todos, pero visto un hombre, sólo está visto uno, y además mal conocido. Los perros sólo ladran a quienes no conocen.
Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres Visto un león, están vistos todos, pero visto un hombre, sólo está visto uno, y además mal conocido.
Estimo mucho a las personas que conozco. De aquí que no trate de conocer a nadie. Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres