Con los pies metidos en el horno de la cocina y leyendo cuentos. Que me hacen recordar las noches de invierno, cuando mi padre rodeados ala camilla y al brasero mi padre nos contaba cuentos. "No te fíes de la raposa aunque las gallinas dejen de poner y el pollo esté a medio hacer."
Cifuegos. Hola Pilarina, eres un encanto y como disfruto leyendo tus cuentos y anécdotas del pueblín..., recuerdo oírselas a mi querido abuelo Jesús en las tardes de invierno subido en el pollete de la cocina para estar caliente.
Gracias, besines y un abrazo para Toño. Hoy os lo cuento a l@s abuel@as del Calecho para que se los transmitais a vuestr@s nietines para que a si no sé pierdan Buenas noches Isa, que descanses.