Un pocillo de
agua
medio pocillo de aceite
un quinto de vino blanco
tres huevos
un pocillo de anis
medio pocillo de leche
sal
harina (la que admita)
se hace una masa bien trabajada, se deja "dormir" un poco y se va cortando en trocitos que se frien en abundante aceite de
girasol bien caliente. Se van sacando y se colocan en una
fuente espolvoreándolas con bastante azucar.