Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará. A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo. No mires nunca de donde vienes, sino a donde vas. Créeme, en tu corazón brilla la estrella de tu destino. El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.