Sin no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte? Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas. Qué injusta, qué maldita, qué cabrona la muerte que no nos mata a nosotros sino a los que amamos. La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo. La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.