Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro. Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres. Una de las glorias de la civilización sería el haber mejorado la suerte de los animales. Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican. Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.